Friday, September 15, 2006

Jardín o paraíso terrenal

El jardín ha jugado a lo largo de la civilización, un papel simbólico y relacionado con la construcción ideal del paraíso. Ha sido el sitio del respeto a la naturaleza aunque el hombre se manifestase como dominador.

Parques públicos y patios en la antigüedad



Se dice que fueron los persas quienes sintetizaron el parque de caza asirio y el patio egipcio en sus famosos jardines. Así cada cultura fue expresando su sentido de la vida. No es de extrañar que con los griegos aparecieran los primeros parques públicos en la ciudad. Conformados por los árboles plantados o conservados cerca del ágora, los bosques sagrados se usaron como sitios para la meditación y la enseñanza. Roma adoptó no sólo ese modelo, sino que también tomó el gusto por integrar a la vivienda urbana patios- a la vez que ajardinados, muy definidos por elementos escultóricos y arquitectónicos- siempre conservando la escala doméstica.

Edad Media: sólo en castillos y monasterios.



Dentro del área amurallada la tierra era tan escasa como para que los únicos jardines fueran los del señor feudal. El resto se ubicaba extramuros. En los monasterios, los jardines de los claustros desarrollaron formas típicas: cuatro divisiones y en el medio un pozo para riego (¿Se acuerdan de que el paraíso era un jardín dividido por cuatro ríos que se originaban en el centro?) Sea en estos patios como en los huertos exteriores, no sólo se cultivaban flores para los altares y vegetales comestibles, sino también hierbas medicinales, esenciales para la medicina.

Renacimiento, mirando hacia fuera.



Sintiéndose el hombre dueño de su razón, y señor de las ciencias (matemáticas, arqueología, topografía, hidráulica), se crearon grandes jardines para disfrutar de la naturaleza. Aprovecharon el agua y los desniveles del terreno para lograr efectos paisajísticos en gran escala

Manierismo.



Los jardines conservaron sus muros límites, pero perforados para generar tensiones que impulsan a recorrerlos. Apareció el gusto por lo extravagante: cámaras secretas, juegos de agua sorpresa, esculturas monstruosas, lo inesperado.

Barroco: escenario del poder.



Los jardines potencian la idea de la arquitectura como sitio del poder absoluto. Consiguen el entronque imposible entre la formalidad geométrica y la naturaleza del entorno. Se extienden hasta el infinito, no tienen límites, es decir los disimulan.

Paisajismo inglés



Naturaleza retocada para que parezca “natural”, pero más interesante.
Abjurando de la geometría, y deseando crear una apariencia de “no tocado por el hombre” (al menos durante algunos siglos pues ruinas pueden encontrarse), se los ha realizado con gran trabajo, nunca aparente, de equilibrio de masas, organización de vistas a lo largo de recorridos, utilizando y enfatizando la topografía y los cursos de agua y agregando pequeñas construcciones “locas”.

Estilo mixto



En el siglo XIX, en París los paisajistas acuñaron el “estilo mixto” que combinaba el diseño geométrico con la apariencia “natural” en distintas partes del parque. Pero lo más importante fue en realidad el concepto de parque público, libre para los habitantes de la ciudad, y que este concepto se popularizara tanto que no hay ciudad grande que no lo haya adoptado.

El parque “natural”

La valoración de los ecosistemas trajo consigo la restauración de áreas periurbanas donde pueden verse algunas especies vegetales y animales propias de cada región. A lo largo del siglo XX muchas ciudades del mundo consiguieron establecer este tipo de parques, especialmente a lo largo de los cursos de agua que las atraviesan. No funcionan tanto como reservas sino más bien como sitios educativos.

Sea cual sea la definición expresiva, el objetivo de la jardinería ha sido crear espacios que alberguen funciones representativas, religiosas, y fundamentalmente lúdicas en todos sus aspectos. Y sin olvidarnos de los hermosos jardines islámicos, de los hindúes y de los chinos, en la escala doméstica, específicamente en los espacios exteriores de la vivienda del ciudadano común, hay otra historia que corre paralela y que comienza cuando se plantó el primer carozo en el patio de tierra y que se resume en una síntesis jardinería-arquitectura, en un tratamiento integrado de los espacios abiertos para enriquecer con plantas y animales el disfrute de la vida cotidiana.