Monday, April 30, 2007

Enredaderas IV Las más extrañas

Las enredaderas que menos conocemos son varias autóctonas de esta zona o de zonas cercanas.

Las campanillas azules y lilas (Ipomeas) que crecen en las vías del tren, son tan rápidas como para cubrir un cerco de alambre en una estación. En realidad son conocidas pero poco usadas en los jardines. También el mburucuyá o pasionaria crece generosamente.

La paraguayita, de flores rosadas, es más conocida. Las bignonias de flores amarillas (de los géneros Doxanta y Macfadyena) no tanto.

Me han regalado hace dos o tres años una enredadera hermosa, de flores violetas y blancas, en forma de espiral: la caracolillo (Phaseolus caracalla), que crece en las islas frente a Gaboto. Casi desaparece en invierno pero rebrota en primavera.

Vale la pena probarlas.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Como estudiante de arquitectura interesado en la vegetación y su capacidad de definir espacios y situaciones, agradezco la riqueza de recursos brindados en cada capítulo de la serie "Eredaderas", esperando que florezcan en futuros proyectos.

12:03 PM  
Anonymous Anonymous said...

Well written article.

5:01 PM  

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