Thursday, April 19, 2007

Enredaderas II

Hay muchas enredaderas que producen una fuerte mancha de color. Para florecer tienen que tener una buena incidencia de sol.

Una de ellas la Santa Rita: rojos violetas más o menos fuertes y otras de color naranja. Es buena para grandes pergolados donde se la puede dejar correr locamente, como en una quinta o en un parque. En la casa es difícil de mantener a raya, es dura de manipular porque pincha, y si se la poda mucho no florece en ese año. En todo caso hay que guiarla bien para tener identificadas las ramas guía y podarla por franjas alternadas así se tienen flores cada año.

Otras enredaderas interesantes son las bignonias, muchísimas especies y muy generosas.

Las más conocidas: bignonia naranja o bignonia venusta, de flores naranjas que aparecen en invierno, la bignonia rosada que florece a fines del verano y en otoño y la de flores azules que aparecen en verano. Todas esas de hoja perenne. De hoja caduca la que llaman clarín de guerra que florece en verano y es de color rojo-naranja.

El jazmín del cielo florece largamente desde la primavera hasta el otoño, en color celeste y tiene también una variedad de flores blancas. Es de follaje perenne.

La paraguayita se cubre de flores rosadas en verano y en invierno casi desaparece.

También la glicina es caduca, tiene una floración espectacular pero corta, en primavera antes de que salgan las hojas. De color violeta, es mejor comprarla cuando tiene flores para elegir el tono porque algunas son medio grises.

Quizás estas sean las enredaderas más conocidas entre las que tienen flores espectaculares. Lo que hay que pensar que ellas no tienen porte propio como los árboles, que hay que hacerles un buen soporte, que hay que guiarlas y podarlas porque por debajo se arma una cama de ramas secas que no es interesante y queda sólo verde afuera. Si no se guían no se pueden podar bien.

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